El hecho que SuperG, no habiendo vivido personalmente el otaniburila, pero teniéndolo exclusivamente absorto en base a mi relato de los acontecimientos en esa época, lo haya revivido de modo obvio y natural, justifica definitivamente a mis ojos este post.
Aunque, y aquí me surge la duda, que empujo para atras porque es tarde para repensarnos,
como sucede en contar ciertos sueños,
que en cuanto estamos despiertos aparecen vívidos y llenos de concatenaciones lógicas y de sentidos apartados pero reconstruibles,
en el momento en que se encuentra la oportunidad de contarlos se vuelven papillas informes y estúpidamente absurdas,
(tampoco dotados de la genial absurdidad que puede engendrar apreciacion),
pierden la magia que semejó envolverlos,
hasta maldecir la decisión de haberlos contados;
en el mismo modo tengo miedo de arrepentirme, pero tomo ánimo y continúo.
(continua)
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