A finales de los años 70 se instalo un equipo de audio, un amplificador, un sistema de parlantes y un reproductor de magazines, formato que desaparecio rapidamente.
En los ochenta se cambio el reproductor de magazines por uno de cds, y se compraron algunos discos, el resto de la instalacion siguió igual.
Actualmente, en 2010, el reproductor de cds de 5 discos falla en por lo menos tres de los discos y no se mando a reparar, la mayor parte de los discos esta bastante deteriorada, el resto de la instalacion sigue igual.
Por lo tanto si cada disco compacto tiene promedio 15 canciones, y de cinco posibilidades solo quedan accesibles dos, y el equipo funciona sin interrupcion 11 horas al dia, quiere decir que escuchamos en la oficina los dos discos seis veces y media al dia, promedio, casi 38 veces a la semana.
En estos ultimos 15 dias los discos que estan girando son: una recopilación de Los Chalchaleros, grupo malo de folcklore argentino de los 60 y otro disco con una orquestita de cuerdas y vientos y un coro mixto, probablemente grabado a fines de los 70, que ejecuta (¡?) canciones de Isabel Pantoja, Raphael y otros por el estilo, en versiones abominables, con arreglos que se diria, fueron perpetrados por un estudiante de 1º año de conservatorio en el estado anterior al coma alcoholico.
“Hablame del mar, marinero” en la version de este disco, 38 veces por semana,
el zumbido del aire acondicionado (que data de la misma epoca que el resto de la instalacion ),
la luz de tubo
y la increiblemente abominable musica funcional
tienen en mi psiquis un efecto similar al de la toxina del curare, diluida en mezcalina en estado puro, pero peor.
(si tuviera un traje de color anaranjado, esto seria lo mas cercano a una temporada en la carcel de
Guantanamo)
Debo reconocer que no estoy seguro que las mismas canciones, en diferentes versiones, tal vez en circunstancias diferentes, me generaran diferente reaccion, pero yo soy un tipo difícil para la musica.
(dejemosle el beneficio de la duda)
En fin.
El caso es que cuando llego a casa
por mas que en mi reproductor suene John Zorn
Stravinsky
Goyeneche
Coltrane
lo que sea…
al final cuando me baño tarareo:
"hablame del mar marineroooooo"
1 comentario:
Creí en estos años de haber soportado las peores atrocidades en hecho de constricciones musicales en el lugar de trabajo; pero después de haber encontrado sobre Youtube y desaforadamente escuchado una versión de Hablame del mar, Marinero, creo que la decadencia del género humano sea ya en caída libre.
Este de El Gloria es un conmovedor y atrevido testimonio; desaforadamente el Sur America no partenece a la jurisdicción de la Corte Europea de Strsburgo; creo pero que hay los extremos para apelarse a la ONU y a la Declaración de los Derechos del Hombre. Por el momento sugeriria de formar un grupo en Facebook que se llame BASTA CON LA MÚSICA FUNCIONAL EN LOS LUGARES DE TRABAJO Y SOBRE TODO BASTA YA CON HABLAME DEL MAR MARINERO
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