miércoles, 7 de abril de 2010

La Comunicacion en la Era del Eufemismo

(o como responder a preguntas nunca formuladas, o bien, como no responder a preguntas concretas)

Un amigo de A dijo:

"carezco aun de la tecnología Hiper para la manipulación efectiva de cosas Nano"

Otro amigo de A dijo:

"he aprobado mi presupuesto 2010 y me alcanza para comprarme una olla a presión que si a mi madre la hizo tan feliz en su momento, lo mismo pasará conmigo ya que soy su hijo"

Es que sera que la comunicación tiene esos vericuetos.
A veces se necesitan respuestas de otros, que otros no son capaces de dar.
O uno recibe algo que parece una pregunta con respuesta imposible, dada la manipulación producida por el preguntante a la frase encerrada entre signos de interrogación, que no permite mas salida que la imposibilidad de solución.
Otras veces uno habla simplemente, periferias.
Que mejor manera de definir los limites que conocer perfectamente las periferias.
No hablar del "punctum" en si mismo, sino de todo lo que lo rodea y por lo tanto, lo condiciona, acota y evidentemente define.
Las preguntas no son necesariamente frases que esperan una respuesta del otro, y las respuestas no siempre dan soluciones a las preguntas que las originan, suelen ser, muchas veces, justificaciones del respondiente sobre sus propios actos, absolutamente ajenos al origen de la pregunta.

4 comentarios:

una tal condesa barthory dijo...

se me borró el comentario...y me cuesta tanto parirlo de nuevo!!!dame unos nueve meses ...ya vuelvo

milo temesvar dijo...

no sè, tengo que leerlo de nuevo

milo temesvar dijo...

despues de una noche de descanso, la nueva lectura de tu post me apareciò en toda su claridad; yo creo que el punctum es este: .

una tal condesa barthory dijo...

resulta que a veces me suceden cosas y te las explico como puedo con un palo y una piola. Y vos me entendés claro y me lo decís difícil, que es bien,que es prolijo y creible.
En un libro importante se explicaría como vos lo decís y en el almacén como lo digo yo. Lo interesante de todo es que le sucedan las mismas cosas a todos los tipos de personas y que las verbalicen de distinto modo.
La brocha gorda y el plumín.