Art Blakey says:

Paso por la puerta de la iglesia mientras intento llegar a la direccion que me dio el conserje del hotel, después de haberle dado 5000 liras (creo que intenta aprovecharse de mi, pero no me importa, llevo demasiadas horas desde la ultima dosis de metadona, y necesito solucionar esto urgentemente)

Al pasar veo un grupo que me llama la atención.

Es evidente que debe haber terminado una ceremonia religiosa (en su mayoria los italianos son catolicos) y alguien delante de ellos esta por tomarles una fotografia

En el grupo observo (la abstinencia exaspera mis sentidos, lo se, y tiendo a ponerme paranoico y algo conspirativo), un chico, de unos 8 o 10 años, es el centro u objeto del grupo, a su alrededor, estan una pareja de mediana edad, evidentemente sus padres (la mujer del sombrero blanco tiene aspecto distinguido), al lado izquierdo del chico hay una niña, mas o menos de la misma edad, con una mirada amenazante, complice con la camara fotografica en frente de ella, parece decir “tengo grandes planes, realmente grandes planes y nadie podra impedirmelos".

Algo mas atrás de la niña hay un muchacho flaco y con rasgos muy pronunciados, me llama la atención particularmente porque se diria que es una version de Franz Kafka pero con una sonrisa desafiante, al lado derecho del niño (que lleva una especie de cinta atada a la frente, me recuerda a los japoneses en actitud de asalto en las playas de Iwo Jima, supongo que debe ser parte de los misteriosos ritos catolicos), decia, al lado derecho esta un sacerdote, lo interesante del sacerdote, que es un hombre joven pero con actitud firme y decidida, es que no saca la mirada del Joven Kafka, de su sonrisa desafiante, una sonrisa en la que puedo adivinar a un futuro militante maoista.

Transpiro, esta fresco, pero mi cuerpo hierve, y mi cerebro sigue desentramando texturas entre los personajes frente a mi, por un momento dejo de verlos como lo que son, una simple familia posando para una foto, y pasan a ser los protagonistas de una oscura trama de thriler.
Los veo y escucho su musica, la que cada uno de ellos emite.
El ultimo personaje es el fotografo.

Su cara me resulta vagamente familiar, pero no de antes, no consigo ubicar de donde
Tiemblo, mis manos tiemblan, todo mi cuerpo.
El tipo al que espero, no aparece y siento nauseas, necesito esa dosis para poder tocar esta noche
Vuelvo a mirar al fotografo y descubro algo que me inquieta aun mas
Su cara...

Su cara es extrañamente familiar al pequeño con la frente vendada.
Pero no con la familiaridad de un parentesco (por la diferencia de edad podria haber sido un hermano mayor), era una sensación molesta, como si el joven fotografo fuera el mismo niño.

Inexplicable.

De pronto me viene a la cabeza un rumor escuchado por ahí, una pequeña noticia leida en algun diario sensacionalista, tal vez:

“el Doctor Mengele por encargo de Hitler, en su afan de obtener “el super hombre” habria realizado experiencias de clonacion en seres humanos”

(aquì el reverso italiano de la medalla)